jueves, 14 de marzo de 2013

OSTEOTOMÍA TIBIAL EN CUÑA (OTC)/ TIBIAL WEDGE OSTEOTOMY (TWO)

El ligamento cruzado anterior (LCA) se encarga de limitar la rotación interna de la tibia y su desplazamiento hacia craneal.

El ligamento puede o bien romperse en su totalidad o bien parcialmente, debido a enfermedades inmunomediadas que producen degeneración del mismo, secundario a una luxación de rótula, traumatismo,etc. Cuando la lesión no se trata pueden aparecer procesos degenerativos como artrosis.

Para el diagnóstico de ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO CRANEAL se realizan diferentes pruebas, una de ellas y la más importante es la PRUEBA DE CAJÓN.

- Prueba de cajón: El animal se posiciona en de cúbito lateral y el veterinario se situaría detrás del mismo. El fémur distal se estabiliza mediante la colocación del dedo corazón de una mano en el cóndilo femoral medial, el pulgar en el cóndilo lateral y el índice sobre la porción proximal de la rótula. Con la otra mano se asegura la tibia mediante la colocación del pulgar caudal a la cabeza del peroné, el dedo índice en la tuberosidad tibial y los dedos corazón , anular y meñique en la tibia medial y proximal. El fémur se mantiene inmovil  y se moviliza la tibia proximal, primero en sentido craneal y después en sentido caudal. El movimiento craneal de la tibia indica un problema a nivel del LCA.


También podemos realizar la prueba de COMPRESIÓN TIBIAL: Cuando el ligamento está roto la contracción del gastronemio inicia el movimiento de compresión, la tibia avanza cranealmente en relación con el fémur.

Hay numerosas técnicas quirúrgicas para el tratamiento de rotura de LCA que se resumen en éste cuadro:



      En esta publicación nos vamos a centrar en la técnica de:
                                             OSTEOTOMÍA TIBIAL EN CUÑA (OTC).

Esta técnica busca estabilizar la rodilla al máximo para retrasar la aparición de artrosis modificando la anatomía de la rodilla.
Fue el primer procedimiento descrito por Slocum y Devine para eliminar el movimiento craneal de la tibia. Formularon una hipótesis que durante la carga de peso en el perro normal, las fuerzas que atraviesan la articulación de la rodilla consisten en fuerzas de peso corporal y musculares. A medida  que se transmite la fuerza proximalmente el fémur y la tibia se comprimen juntos causando un movimiento craneal de la tibia proximal como resultado de la pendiente caudodistal de la meseta tibial. El ligamento degenerado se desgarra permitiendo el cajón craneal positivo. En teoría, si la pendiente caudodistal se reorienta a una posición más neutral se produce un empuje tibial caudal. 

La técnica consiste en realizar una ostectomía en cuña en la porción proximal de la tibia que es estabilizada mediante la colocación de una placa.

PROCEDIMIENTO:

       Para proceder a la cirugía en primer lugar dormimos al perro. En este caso usamos para la premedicación Rymadil ( carprofeno, antiinflamatorio), cefalotina (antibiótico), hemo, morfina (analgésico) y calmo para la sedación. Una vez sedado el animal profundizamos con propofol y lo intubamos para la administración inhalatoria de mantenimiento con isoflurano. Una vez realizada la anestesia preparamos el área para comenzar. 



¿ Cómo calculamos el ángulo que hay que corregir?


En una radiografía lateral se aprecia cranealmente un pequeño saliente en la meseta tibial  y 
caudalmente hay un punto en el saliente donde se inserta el ligamento cruzado posterior. Se dibuja una línea entre estos dos puntos. 
La segunda línea va a lo largo del  eje largo de la tibia que se define por una línea entre la tuberosidad central tibial y el centro del tarso que se localiza a la mitad de las superficies articulares craneal y caudal.

Este es el resultado del ángulo que vamos a corregir en éste caso:


Primero vamos a realizar una EXPLORACIÓN DE LA ARTICULACIÓN DE LA RODILLA. En éste caso la realizamos mediante artrotomía aunque otra técnica que se podría utilizar sería la artroscopia. El objetivo de la exploración es limpiar los restos de LCA y valorar los meniscos. Esto se realiza porque cualquier resto puede producir una inflamación intraarticular que terminará por irritar la membrana sinovial causando dolor. Tras la valoración realizamos un LAVADO ARTICULAR y al proceder a cerrar la articulación haremos una IMBRICACIÓN CAPSULAR, cuyo objetivo es ofrecer una mayor tensión a la cápsula en su aspecto lateral. Se consigue tras la aplicación de un patrón de sutura que incremente la tensión de la cápsula en el momento del cierre de la artrotomía. Imbricamos la cápsula y el retináculo laterales con puntos sueltos en U horizontal. El cierre se completa con una sutura continua por encima de ésta para sellar del todo la articulación.




Una vez cerrada la articulación continuamos la incisión hacia distal para exponer el hueso de la tibia.


Una vez que tenemos el hueso de la tibia expuesto elegimos la placa que vamos a utilizar en función del tamaño del hueso.




Medimos el ángulo en la parte proximal de la tibia y mediante una sierra realizamos la osteotomía.
En el vídeo podemos observar claramente la forma de cuña que vamos a extraer para corregir el ángulo.





Una vez que retiramos la pieza ósea unimos la tibia mediante la colocación de una placa.





En éste video se observa como, mediante la broca y la ayuda de un tubo guía realizamos el primer orificio para colocación de la placa




En éste otro nos ayudamos de un macho para moldear el orificio con el fin de conseguir la forma que más tarde nos facilitará la colocación del tornillo.


Esta es una imagen de cómo queda la placa que hemos ultilizado para fijar el hueso.

Una vez realizada la cirugía tan sólo nos queda suturar tanto la capa muscular como la piel.


Radiografías de cómo queda corregido el ángulo tras la intervención quirúrgica:







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